Muchas personas piensan que para las personas de pequeña estatura la vida es más fácil y hasta color de rosa. ¡Nada más lejos de la verdad!  El mundo en que vivimos está hecho para personas de estatura promedio, por lo que, los que somos bajitos tenemos que hacer muchos ajustes a nuestro alrededor y mientras más pequeña es la persona mayor serán esos ajustes.

Existen más de 200 tipos de displasias óseas (termino médico para la palabra enanismo) y cada uno tiene sus propias características, complicaciones y retos. Situaciones que pueden ir desde frustrantes hasta graciosas.

Imagínese por un momento encontrarse solo dentro de un elevador donde los botones para marcar el piso al que quiere ir, están a 4’ de altura y usted mide 2’ 7”. Si, porque aunque usted no lo crea, hay personas adultas que puedan tener esa medida. Para una persona pequeña en esta situación puede ser sumamente frustrante tener que esperar a que llegue otra persona a tomar el elevador para que le ayude a marcar.

En una ocasión iba yo en un avión y aunque evito a toda costa utilizar los baños públicos, era un viaje largo, por lo que llegó el momento en que ya no podía esperar más. Decidí ir al baño y como saben, las cerraduras en las puertas de los baños en los aviones están a una altura accesible para la mayoría de la gente, no así para mí que mido solo 43”. Ya se estarán imaginando lo que ocurrió…, pues si, cuando ya casi termino de hacer lo que me llevó hasta allí, oigo el sonido que jamás nadie quiere oir. ¡La puerta del baño se abrió!!!! Yo juraba haber cerrado bien la puerta, pero no fue así. Al entrar me tuve que parar en la punta de los pies y no cerré por completo el seguro de la puerta. En aquel momento me quería morir de la vergüenza, ahora me rio.

El conseguir ropa es tarea complicada para nosotros. Dependiendo de la estatura y el peso puede variar el lugar y tamaño de la ropa. Cuando yo era adolescente (era otra época) ya quería empezar a usar ropa juvenil, pero todo lo que había era ropa muy aniñada. Por lo que sufría al salir de compras y no tener opciones que me gustaran. Lo mismo ocurre con los zapatos. Hubo un periodo en mi vida en el que quería usar zapatos con tacos, pero por mi tamaño solo conseguía zapatos de niña. Ahora que las modas las hacen tanto para mujeres como para niñas, por mi condición de salud no los puedo usar. Ironías de la vida…

Ir a un parque de diversiones a montarte en la atracción que te mueres por entrar junto a tus amigos o familia y encontrar un letrero que indica la estatura mínima para entrar y tu no das la medida. Doloroso por demás. A menos que la persona en la puerta se apiade y te diga en voz baja: “respira profundo y estírate” para luego decirte “puedes pasar”, júbilo total.

Estas y muchas otras situaciones son las que enfrentamos día a día. Los retos arquitectónicos son sin duda los más fáciles de enfrentar y lidiar porque en la mayoría de los casos hay solución ya sea que nosotros mismos lo hagamos o que la sociedad se involucre para buscar los acomodos razonables.

Pero los retos que enfrentamos con la sociedad son definitivamente los más difíciles. Comenzando por la mentalidad de que todo en nuestra vida es más fácil. Pero ese es un tema que abarcaré más adelante porque hay mucho para contar. Mientras tanto los dejo con este pensamiento:

“Las personas de pequeña estatura no vivimos en casitas de muñecas”