Imagina que vas a disfrutar de un evento al aire libre, pero al llegar te encuentras con una pared desde la que tendrías que observar la actividad. Esa pared es más alta que tú, pero no así para el resto de tus amigos. Por lo que ellos no tendrán ningún problema de visibilidad. ¿Qué harías? ¿Cómo te sentirías?
Es aquí donde debemos entender el significado de los términos igualdad y equidad.
Igualdad: dar a las personas lo mismo
– Condición o circunstancia de tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o característica.
-Proporción o correspondencia entre las partes que uniformemente componen un todo
Equidad: dar a cada uno lo que necesita
-Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones
-Cualidad que consiste en no favorecer en el trato a una persona perjudicando a otra

De momento puede alguien pensar que estos dos términos significan lo mismo, pero la realidad es otra muy diferente. Al reflexionar sobre sus definiciones vemos claramente que hay mucha diferencia entre ellas.
Aún dentro de un mismo grupo con la misma discapacidad, es sumamente importante evaluar las necesidades individualmente para lograr la equidad. Por ejemplo, dentro de nuestra comunidad de personas de pequeña estatura existe una gran diversidad, personas que pueden medir alrededor de 24 pulgadas (60cm) de estatura y otras que pueden llegar a las 57 pulgadas (144cm). Obviamente las necesidades que puedan tener las persona con diferentes tamaños no serán las mismas. Por ejemplo, una persona de 24 pulgadas (60cm) no podría hacer una transacción en un cajero automático, pero yo que mido 43 pulgadas (109cm), lo puedo hacer. Por lo que la altura que la ley establece es la adecuada beneficia solo un sector de nuestro grupo.
Este es un perfecto ejemplo, de que la igualdad no siempre es la mejor solución para los miembros de un grupo que tenga la misma discapacidad.
En otro ejemplo, encontramos las personas con diferentes discapacidades. Los baños públicos deben de tener un cubículo más amplio para que las personas en silla de ruedas puedan utilizarlo. Por lo general los inodoros de esos baños son más altos de lo usual, para facilitarle a una persona con problemas de movilidad el transportarse de la silla de ruedas al inodoro. Pero la altura de esos inodoros no es la apropiada para una persona de pequeña estatura. Este es otro caso en el que la igualdad tampoco es la mejor solución, sobre todo porque son grupos con discapacidades diferentes, por lo que sus necesidades no serán las mismas.
El caso más común lo encontramos en lugares como los bancos, donde el área de atención al cliente o “counter” tiene una altura apropiada para la población en general, pero no así para personas con enanismo o en silla de ruedas.
Existen leyes que se han creado con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, pero cuando analizamos estas un poco más a profundidad, encontramos que debido a que la comunidad de personas con discapacidad es bien diversa, la equidad es un factor clave para lograr igualdad de condiciones para todos.