Ayer volví a vivir una de las cosas que más me molesta …

 

Estamos mi hija Klaudia y yo haciendo una fila.  Yo estaba usando mi silla eléctrica (la uso cuando voy a lugares donde tenga que caminar mucho para evitar dolores en mis huesos) y me quede un poco hacia el lado.  Klaudia estaba distraída en el teléfono y no se percató de que una mujer llego y se colocó delante de ella en la fila.  Al darme cuenta le digo a Klaudia que se mueva al lugar que le correspondía, pero al mirar nos damos cuenta de que acababa de entrar un grupo de personas y ya se estaban colocando en la fila detrás de la mujer.

 

La reacción de Klaudia fue moverse al final de la fila.  Si me conoces sabrás que no me gustan las injusticias, por lo que de inmediato surgió de mi interior el lado inflexible que llevo dentro y le pedí a Klaudia en un tono de voz lo suficientemente alto para que todos me oyeran que se moviera al lugar donde estaba.  El último grupo en entrar fue empático a la situación y cedieron espacio para nosotras, no así la primera mujer.

 

Esta situación me sucede más a menudo de lo que yo quisiera.  Cuando soy la última en una fila, hay personas que consciente o inconscientemente llegan y se paran delante de mí y tengo que decirles que yo estaba primero que ellos.  ¡Créanme, no es una situación fácil para mí, pero no puedo permitir que después de estar un rato en una fila, pierda mi turno!  La vida y el tiempo me han enseñado a identificar cuando las personas lo hacen sin querer porque están distraídas o cuando lo hacen sin importarles el que estemos en la fila.  En ocasiones me ha pasado que luego de yo indicarles que estoy allí antes que ellos me han contestado que pensaban que yo era una niña.  Eso hace crecer más mi molestia, ¿acaso los niños no tienen derechos de ser respetados también?

 

A nadie le gusta ser abusado, discriminado o ignorado y así me siento cuando me ocurren cosas como estas.  Todos los seres humanos de cualquier edad, grandes o pequeños somos iguales y merecemos respeto y no debemos de aceptar que se nos trate menos que a los demás.  Tu que me estas leyendo y que tienes una estatura promedio, haz el ejercicio mental imaginándote que estás haciendo una fila y llega una persona que mida 7 pies y ésta te conteste que se paró frente a ti porque no te vio o porque tu estatura era muy por debajo que la de ella.  ¿Como te sentirías?  Estoy segura que si no habías entendido mi mensaje, ahora lo entenderás muy bien.  Los que como yo son de pequeña estatura, estoy segura que se identifican conmigo.

 

Seamos empáticos a los demás seres humanos que tenemos alrededor y sobre todo respetémonos unos a otros.