No quiero parecer presumida ni mucho menos, pero lo que voy a expresar lo hago con el propósito de que puedan entenderme.

En muchas ocasiones se critica a las personas famosas, sobre todo a los artistas cuando no quieren ser retratados o cuando quieren pasar desapercibidos.  Son juzgados como antipáticos, se les dice que se deben a su público, etc, etc, etc.

Pues verán, en los últimos años y en gran parte debido a la accesibilidad que tenemos todos a una cámara en nuestros teléfonos celulares, se ha convertido en una modalidad retratar todo lo que veamos, tengamos o no permiso para hacerlo.  Esta situación nos está afectando cada vez más a las personas de pequeña estatura.  La gente al vernos saca sus teléfonos y nos toman fotos y videos sin preguntarnos si aceptamos.  Por eso es que les digo que, no quiero parecer presumida, pero entiendo como se sienten los famosos al ser retratados sin permiso y puedo entender si se ponen groseros con la prensa o con la gente.

Yo he tenido muchas situaciones como esta y es sumamente incómodo que alguien a quien no conozco se lleve una foto o video de mí, sin tener la mínima idea del uso que le dará. ¿Creará un meme? ¿Subirá la foto o el video a las redes? ¿Lo utilizará para algo indebido? Son muchas las preguntas que me vienen a la mente cada vez que me sucede a mi o a mi hija.

La más reciente situación fue hace varios días, estando yo en una tienda por departamentos.  Mientras estoy mirando unos artículos, pasa cerca un hombre y oigo como se ríe y se me queda mirando.  No le hice caso y continué con mi búsqueda, pero al cabo de algunos segundos siento la mirada de alguien y al voltear me encuentro al mismo hombre que descaradamente tenía un brazo en posición horizontal y utilizándolo de apoyo, había colocado el teléfono celular encima para grabar o tomar fotos.  Al yo voltearme, él se percató mientras me veía a través de la pantalla del teléfono.  Todo sucedió muy rápido y mi primera reacción fue esquivarlo volteando mi cara, pero de inmediato me paré en seco y lo enfrenté con la mirada y con los brazos en la cintura.  Tan pronto él se dio cuenta bajó el teléfono y se movió.  ¡De inmediato decido buscar a un guardia de seguridad de la tienda para decirle y en lo que di un par de pasos desapareció como por arte de magia, se lo trago la tierra o corrió despavorido cuando vio mi cara de enojo!

En otra ocasión estábamos mi hija y yo saliendo del cine y ella se dio cuenta de un grupo de jóvenes que nos estaban mirando y uno de ellos saco su celular para hacer el papel de fotógrafo.  En esta ocasión, mi reacción fue darles de su propia medicina a ver si les gustaba y saqué mi teléfono de la cartera y le tomé fotos yo a ellos.  No les importó, terminaron de fotografiarnos, se alejaron y yo me quedé enojada y con las fotos de ellos que no me interesaban para nada.

Entre nuestra comunidad de gente pequeña se comentan casi a diario situaciones similares.  Lo triste de esto es que sabemos que el que hace algo a escondidas no tiene buenas intenciones, pero es difícil de evitar que suceda.  A veces pienso que en algún momento voy a encontrar en las redes sociales alguna foto sin autorizar de mi hija o mía y me aterra lo que pueda ver.

Usted que me está leyendo si alguna vez le tomó fotos a alguien sin pedirle permiso, por favor no vuelva a hacerlo.  Póngase en el lugar de la otra persona y piense si le gustaría que se lo hicieran a usted.  Ayúdenos a educar, divulgue este mensaje y si ve a alguien que tenga la intención de tomarle fotos o videos a alguna otra persona sin autorización, deténgalo, avise a un policía o alguna persona de autoridad para que no lo haga.  ¡Al menos yo, le estaré muy agradecida!