¿Alguna vez te has sentido como la princesa de un cuento de hadas? Como en las películas de Disney en donde el príncipe azul siempre aparece en el momento preciso en el que la princesa está en peligro…  Pues yo lo viví una vez, pero lo había olvidado y no sé porque razón en días pasados el recuerdo volvió a mi mente y les confieso que hasta me reí sola.

Mientras estudiaba en la universidad tenía que usar transportación pública para llegar a mi casa y viceversa.  La parada del transporte público quedaba a una cuadra de la universidad y por lo general viajaba con otras dos chicas que vivían en el mismo pueblo. Una tarde al terminar las clases nos dirigíamos a la parada y de repente al otro lado de la avenida vemos como un grupo de estudiantes de una escuela superior que quedaba cerca comenzaron a gritar y a arremolinase.  Se estaba generando una pelea entre dos muchachos en plena acera.  Mis amigas y yo estuvimos atentas a la situación mientras esperábamos en nuestra parada y pudimos identificar que uno de los jóvenes que peleaba era un compañero nuestro de la universidad llamado John Henry y nos extrañó muchísimo, ya que era un joven sumamente callado y tranquilo.  La pelea no duró mucho y cuando llegaron otros de nuestros compañeros hasta donde estábamos nosotras preguntamos qué había pasado, pero nadie estaba claro.  En eso llegó nuestra guagua y nos fuimos.

Al otro día cuando llegué a la universidad una de mis amigas vino apresurada a contarme sobre lo sucedido el día anterior.  Pues resulta que mientras John Henry esperaba en su parada uno de los jóvenes de la escuela superior al verme hizo un comentario ofensivo sobre mí y nuestro compañero salió a defenderme, discutieron y se fueron a las manos.  ¡Yo quedé muy sorprendida, no lo podía creer… un joven al que yo apenas conocía se había involucrado en una pelea por mí! Fue una doble sorpresa, primero porque yo apenas conocía a John Henry, habíamos coincidido en un par de clases, pero no éramos amigos.  Y la otra porque era la primera vez que un particular hacía algo así por mí.  En ese momento fue que me sentí como la princesa del cuento cuando está a punto de ser rescatada por el príncipe azul.

Demás esta decirles que lo único que deseaba era encontrarme con John Henry para hablar con el y tan pronto lo vi fui donde el para agradecerle por su intervención.  Nunca supe cuáles fueron los detalles de lo que ocurrió, pues él no me contó y yo tampoco le pregunté para que no se sintiera mal en caso de que la razón que dio pie a la pelea fuera algo incómodo para el de repetir.

De todas formas, siempre le estaré agradecida por defenderme y hacerme sentir como la Princesa de mi propio cuento de hadas.