Por diferentes motivos personales que no vienen al caso, vuelvo a escribir luego de varios meses. En días recientes estuve leyendo un artículo en el que se discutían algunos datos sobre las personas de baja estatura que en ocasiones son desconocidos para otros. El leerlo me hizo reconocer que hay muchas cosas en las que el resto del mundo (personas de estatura promedio) no se detienen a pensar porque no han tenido que pasar por situaciones como las que enfrentamos nosotros (personas de baja estatura) y mientras hago mi lista mental de algunas de esas cosas, también me doy cuenta de que algunas son graciosas, pero otras son muy serias.
Por ejemplo, dependiendo de la estatura de la persona, no alcanzamos la perilla de una puerta, o las manos de la persona son tan pequeñas que le dificulta el agarrar la perilla para voltearla. Las manos de las personas con alguno de los tipos de Displasias Óseas pueden ser aproximadamente del tamaño de un infante de 3 años.
Si abrir una puerta requiere que se empuje, a veces no tenemos la fuerza necesaria. En mi caso apoyo todo mi cuerpo de lado o de espaldas para empujarla y hay ocasiones en las que aun así necesito la ayuda de alguien.
¡Y que me dicen de las que abren por sensor… es embarazoso tener que brincar y hacer movimientos de lado a lado con los brazos arriba tratando de que podamos ser detectados por el sensor, mientras al otro lado de la puerta está el resto de la humanidad observando! Una vez la puerta abre yo entro con mi cabeza lo más erguida posible tratando de convencer a esa humanidad de que no me importó el acto de gimnasia que acabé de hacer, aunque por dentro me esté muriendo de la incomodidad.
Hace poco visité una oficina de servicios médicos y no fue hasta el momento en que fui a salir que me percaté de algo surrealista. ¡Al lado de la puerta regular tenían una puerta de un tamaño ideal para mí! La sorpresa fue tal que no logré reaccionar a tiempo o quizás por algo de vergüenza ni siquiera traté de abrirla. Imagino que fue diseñada para niños, pues no creo que ningún Arquitecto haya considerado jamás un diseño como ese justo para las personas con la condición de enanismo.
¿Alguna vez se han puesto a pensar en la forma en que yo hago una transacción bancaria utilizando el servicio de autobanco? Pues les cuento, que no es nada fácil, sobre todo luego de mi reemplazo de caderas porque algunos de mis movimientos son limitados. Al entrar al carril del cajero debo de pegar bien el carro a la pared para poder alcanzar a la máquina. Una vez llego al cajero tengo que poner el carro en “Parking” para que no continúe la marcha porque lo que sigue, ¡es toda una peripecia! Entonces bajo la ventana y abro la puerta para luego arrodillarme en el asiento y sacar mi cuerpo de la cintura hacia arriba a través de la ventana para alcanzar y poder hacer la transacción. Si tengo carros detrás esperando me da desesperación por no hacerlos esperar y trato de avanzar a acomodarme nuevamente, pero no siempre lo logro tan rápido como yo quisiera pues los cojines que utilizo para tener mejor visibilidad al guiar y para apoyar mi espalda, les da por salirse de su lugar.
Por otro lado, ¿sabían que los “air bags” o bolsas de aires son un arma mortal para nosotros? Pues resulta que el sistema que fue creado con el propósito de salvar vidas en realidad puede causarnos daños significativos o hasta la muerte. Por lo general debido a lo corta que son nuestras extremidades manejamos bien pegados al guía y en el caso de que en un accidente las bolsas de aire se activen, el impacto tanto de la bolsa como de la tapa protectora nos alcanzará con mayor fuerza y menos distancia que a una persona de tamaño promedio. Por lo que el impacto en nosotros podría ser mortal.
Como ven nuestra vida puede estar llena de situaciones jocosas, pero también de peligros. Pero no por eso vamos a dejar de disfrutarla, por el contrario, cada reto lo enfrentamos y buscamos las alternativas necesarias para resolver cada situación. Lo que para algunos puede ser la tarea o acción más común o normal, para otros puede ser quizás un poco mas complicado, pero nunca imposible.