Cada vez más nuestra comunidad de personas con enanismo a través del mundo trabaja incansablemente para llevar un mensaje de respeto e inclusión. Ya sean individuos o colectivos, cada uno busca diferentes alternativas de llevar el mensaje al resto del mundo. Entre los métodos que se utilizan como canales para educar sobre el tema están los eslóganes (slogans) o frases, los cuales presentan de forma precisa y concisa el mensaje principal.
En muchas ocasiones estas frases hacen alusión a términos tales como: grandeza, altura o gigante. Estas son palabras que obviamente son antónimos de nuestra condición, y reflexionando sobre la razón por la que son utilizadas, me pregunto si, acaso es un reflejo de ¿cómo queremos ser o cómo queremos ser vistos? ¿Por qué razón utilizamos estos adjetivos que hacen referencia a un físico que no es el nuestro? Quizás para algunos la asociación de ese tipo de palabras con ellos sea un deseo de tener una altura promedio o creen que de esa manera la sociedad los verá diferentes (con mayor altura).
En otras ocasiones los términos son, por el contrario, alusivos a palabras que pueden ser consideradas hasta peyorativas para algunos, como pueden ser: mini, pequeño y hasta la misma palabra enano. Creo que para algunas personas la aceptación de la condición y el término llega a ser tan arraigada en ellos que no se dan cuenta que su aceptación puede llegar a herir los sentimientos de los que no se sienten cómodos con los términos.
En estos casos es muy difícil lograr que una persona que no acepte la utilización de dichos términos, logre cambiar su forma de pensar y esto se debe en gran parte a la forma en que la sociedad nos ha tratado a través de nuestras vidas. Para muchos, las personas que tenemos la condición de enanismo somos objetos de burla o risa y eso lleva a la falta de respeto y a un trato de menosprecio hacia nosotros. En ocasiones nos creen incapaces de lograr alcanzar metas como cualquier otro ser humano y hasta relacionan la estatura con la capacidad intelectual, lo cual está muy lejos de ser cierto.
La sociedad nos ha llevado poco a poco a disfrazar otras condiciones y sus términos tratando de que los términos no sean ofensivos y así evitar el malestar que puedan crear en algunas personas con alguna condición en particular. Un ejemplo de esto puede ser el término «diversidad funcional» para referirnos a una persona que tiene una discapacidad. Pero, si buscamos la definición del término “discapacidad” quiere decir «Falta o limitación de alguna facultad física o mental que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona». A mi entender el termino discapacidad no tiene una connotación negativa. Contrario a eso, me parece que la definición es real. Por otro lado, un ejemplo opuesto lo sería la condición de Síndrome Down. Las personas que tienen este síndrome utilizan el termino sin ningún problema y eso propicia a que las demás personas aprendan a utilizar el término de forma respetuosa.
En el caso del término enanismo, se utiliza para agrupar a las aproximadamente 400 condiciones por las que una persona no alcanza una estatura promedio. Por lo que, si una persona tiene enanismo, es un «enano»; al igual que el que tiene diabetes es un diabético y lo mismo sucede con muchas otras condiciones, las cuales son aceptadas por las personas que la tienen y la sociedad las utiliza también respetuosamente.
Ahora bien, debemos reflexionar y buscar la raíz del por qué esto sucede solo con algunas condiciones. En mi opinión ha sido la misma sociedad quien no ha sabido moverse con los tiempos y no ha sido capaz de asimilar que si bien en algún momento quizás era difícil que una persona con ciertas condiciones se integrara a la sociedad, eso ha cambiado y hoy en día todos somos capaces de participar total y activamente en el ámbito profesional y personal. La creatividad que se desarrolla en nosotros automáticamente cuando queremos lograr hacer algo en lo que estamos limitados, se manifiesta para modificar la manera de realizar lo que sea. La tecnología ha sido otro factor importante a nuestro favor, pues este desarrollo ha llevado a la creación de un sinnúmero de artículos que también son sumamente útiles para nosotros.
Pero, volviendo al tema de los términos apropiados o no apropiados, debemos ser respetuosos por las preferencias de cada persona, pues cada uno tiene sus vivencias personales, las cuales son claves en el desarrollo de su carácter. Ahora bien, creo que nosotros mismos, los que tenemos alguna condición de enanismo debemos trabajar para encontrar el o los términos que denoten lo que somos, ni más ni menos. Nuestra propia aceptación lleva á un mensaje claro en el que los demás entenderán que somos felices como somos, abrazamos nuestra condición y no necesitamos de adjetivos para adornar o camuflajear nuestra realidad.
A las personas de pequeña estatura los invito a enfocarnos en demostrar que unos centímetros o pulgadas más o menos no definen al ser humano. A las personas de estatura promedio los invito a respetar las diferencias.